En España, la protección del informante o “whistleblower” es una cuestión que ha sido largamente debatida, y en los últimos años ha tomado mayor relevancia debido a casos de corrupción y escándalos empresariales que han salido a la luz gracias a la información proporcionada por denunciantes.
Es por ello que, tras varios años de discusión, se ha aprobado en el Congreso de España la Ley de Protección al Informante, que transpone la Directiva Whistleblowing.
Esta ley establece un marco jurídico para proteger a las personas que denuncian conductas ilícitas, irregularidades y abusos en el ámbito laboral, financiero y fiscal. Entra dentro del cumplimiento legal obligatorio de las empresas.
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La aprobación de esta ley es un avance importante en la protección de los derechos de los informantes en España, y es una muestra de que el país está comprometido en la lucha contra la corrupción y el fomento de la transparencia.
¿Qué es la Ley de Protección al Informante?
La Ley de Protección al Informante es una normativa que establece un marco jurídico para proteger a las personas que denuncian conductas ilícitas, irregulares y abusos en el ámbito laboral, financiero y fiscal. Esta ley transpone la Directiva Whistleblowing de la Unión Europea, que tiene como objetivo establecer un marco común para la protección de los denunciantes en todos los países miembros.
La ley establece medidas para proteger a los informantes de posibles represalias, como despidos o sanciones, y garantiza que la información proporcionada por ellos sea tratada de manera confidencial. Además, establece la obligación de las empresas de crear canales seguros para la recepción de denuncias y garantiza que los denunciantes tengan acceso a asistencia jurídica y apoyo en caso de que sufran represalias.
¿Por qué es importante la protección del informante?
La protección del informante es importante porque es una forma de fomentar la transparencia y prevenir la corrupción. Los informantes son personas que tienen información privilegiada sobre conductas ilícitas o irregulares en el ámbito laboral, financiero y fiscal, y su denuncia puede ser clave para detectar y prevenir actos de corrupción.
Sin embargo, denunciar conductas ilícitas puede ser arriesgado para los informantes, ya que pueden sufrir represalias por parte de sus empleadores o de quienes están involucrados en los hechos denunciados. La protección del informante es necesaria para garantizar que estas personas puedan denunciar de manera segura y sin temor a represalias.
Además, la protección del informante contribuye a la mejora de la imagen y reputación de las empresas, y fomenta la confianza de los consumidores y del público en general en las instituciones y en el Estado.
¿Cómo afectará la Ley de Protección al Informante a las empresas?
La Ley también llamada Ley de Denunciantes afectará a las empresas en varios aspectos. En primer lugar, las empresas deberán crear canales seguros para la recepción de denuncias, lo que implica
la necesidad de establecer procedimientos internos para la gestión de estas denuncias y la garantía de que se tratarán de manera confidencial y adecuada.
En segundo lugar, las empresas deberán asegurarse de que sus empleados estén informados sobre sus derechos como informantes y de que se garantiza su protección en caso de denunciar conductas ilícitas. Deberán proporcionar a los denunciantes acceso a asistencia jurídica y apoyo en caso de que sufran represalias.
En tercer lugar, las empresas deberán asegurarse de que se cumple con las obligaciones establecidas en la ley en cuanto a la protección de los denunciantes y la recepción de denuncias. Si no se cumple con estas obligaciones, podrían enfrentar sanciones y consecuencias legales.
Sin embargo, también es importante destacar que la protección del informante no solo beneficia a las empresas al prevenir actos de corrupción y mejorar su reputación, sino que también es un beneficio para los empleados y para la sociedad en general.
¿Cómo se implementará la Ley de Protección al Informante?
La Ley de Protección al Informante entrará en vigor en España a los 6 meses de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, tras lo cual las empresas tendrán un plazo de 2 años para adaptarse a las nuevas obligaciones establecidas en la ley.
Durante este plazo, las empresas deberán establecer procedimientos internos para la gestión de denuncias y para garantizar la protección de los denunciantes. Además, deberán establecer canales seguros para la recepción de denuncias y proporcionar a los empleados información sobre sus derechos como informantes y sobre los procedimientos de denuncia.
Una vez que entre en vigor esta Ley de Delaciones, las empresas deberán cumplir con las obligaciones establecidas en la ley en cuanto a la protección de los denunciantes y la gestión de denuncias. Además, se establecerán sanciones para aquellos que no cumplan con estas obligaciones.
La protección del informante es un derecho fundamental y su protección es necesaria para fomentar la transparencia y prevenir la corrupción. La Ley de Protección al Informante es un paso importante en la garantía de este derecho y en la lucha contra la corrupción en España.